¿SOMOS COMPETENTES LOS PROFESORES HOY DIA?
COMENTARIO
Es evidente que la educación hace un buen tiempo que está viviendo cambios en su estructura curricular y en los contenidos de aprendizaje, además de estar siempre incorporando temas acerca de los métodos y técnicas de estudio. Sin embargo, todavía existen serias limitaciones en la entrega efectiva de herramientas del más alto orden para producir verdaderamente un aprendizaje de calidad y así asegurar al educando el éxito en sus estudios.
Hasta hoy aún se siguen entregando contenidos que debe internalizar el sujeto que aprende, de la misma manera que se ha llevado a cabo desde hace 20, 30 o 40 años atrás. Se sigue aseverando que los fracasos de los alumnos se deben especialmente porque él “no estudia”, o porque es flojo, o porque tiene otros intereses, etc. Ello puede ser cierto, pero las causas de ello es lo que hay que analizar. Sin embargo, creo que no es lo mismo hoy día aprender que estudiar. Y esa es la esencia del problema. Aprender es un proceso más completo, quizás se pudiera definir como un conjunto de procesos, que pueden ocurrir en cualquier lugar y ante cualquier experiencia. Se puede aprender en la calle, viendo televisión, leyendo un libro, realizando ejercicios de gimnasia, etc., pero obviamente que también aprendemos en la educación formal, en la prebásica, en las escuelas, los liceos, las universidades o en cualquier otra institución educativa. Y ante este conjunto de procesos educativos que hoy nos entrega esta distinta realidad, es que los docentes debemos estar preparados en lo que deben ser las verdaderas competencias pedagógicas. Los tiempos son otros, las necesidades pedagógicas son otras. Caso contrario, nuestros alumnos(as) seguirán con el estigma del fracaso.
Un profesor competente tendrá que tener claridad y convencimiento de que el buen estudiante no nace, sino que se hace. Su verdadero aprendizaje, el que perdura, el que trasciende, lo tendrá que lograr mediante un proceso que transforme el contenido de la enseñanza de manera que adquiera sentido y significado, lo que hoy se denomina “significativo”.
En nuestra labor, para confirmar y demostrar ante nuestros alumnos (vía éxito educacional de ellos) que tenemos realmente competencias pedagógicas, debemos tener muy claro como profesionales de la educación, que las estrategias y metodologías de trabajo educacional no se generan al azar. Éstas se originan en procesos complejos, procesos que implican una serie de pasos: como percibir, decodificar, interpretar y procesar información, etc., lo que permitirá a nuestros alumnos seleccionar y aplicar técnicas y métodos para utilizarlas en su provecho personal. Esto demostraría quizás real competencia pedagógica de nosotros. Creo que el desafío y la intención de serlo está. Los nuevos tiempos así lo exigen.
Ante este análisis, la pregunta entonces es pertinente: ¿existe competencia pedagógica en quienes ejercemos esta profesión?
